viernes, 25 de noviembre de 2011

CAPÍTULO 6:

[ELLA]

El tiempo que pasó a mi lado, sirvió para que poco a poco pudiera pensar que quizá Pablo tenía razón y que no era tan malo como yo pensaba. Consiguió sacarme alguna que otra sonrisa con comentarios muy oportunos, y me hizo sentir única en esa clase, no sabía que me estaba pasando, pero cuando sonó el timbre que indicaba que la clase había terminado sentí unas ganas tremendas de que llegara mañana para volver a tener clase con él. Me levanté despacio, recogí mis cosas y salí.

El resto de la mañana transcurrió bastante rápido, Pablo se tiró todas las horas contándome lo bien que se lo había pasado en el verano y todo lo que había ligado, que según él, en cada sitio que fue una mínimo consiguió. Pablo era un chico muy guapo, pero trataba a las mujeres como trofeos, cada una con la que estaba la trataba como un trofeo que deseas con todas tus fuerzas y que a los dos días ya te has olvidado de el y te han centrado en otro. Realmente creo que eso lo hace por que no ha encontrado a nadie por la que realmente sienta, Pablo siempre ha sido un chico al que todos han criticado por su forma de ser, de vestir y por su físico, hasta que un día cambió y de ser el pringado de la clase, pasó a ser el chico guapo deseado por todas, cambió mucho, pero jamás cambió su forma de ser conmigo, supongo que porque yo nunca le he criticado ni le he juzgado solo por el físico, siempre nos hemos llevado muy bien. Aun recuerdo cuando éramos pequeños y decidimos ser novios, que bonitos recuerdos en los que darle la mano ya era lo mejor y más bonito que había, pero pasó el tiempo y decidimos que éramos muy pequeños para ser novios y que mejor seríamos amigos, ya que los dos estábamos seguros que un amigo es para toda la vida, y que por nada del mundo queríamos perder la amistad, aun así nosotros nos prometimos esperarnos y juramos que cuando fuéramos mayores estaríamos juntos el resto de la vida, aun sonrío al recordar esa promesa;

“Era una tarde de febrero lluviosa, cuándo decidimos “dejar lo nuestro”, estábamos en el parque del colegio, con tan solo 6 años habíamos vivido algo muy intenso, algo que pensábamos volver a vivir más adelante. Yo siempre le había defendido cuando los típicos niños le habían insultado por llevar gafas, o por ser un poco gordito, a mi eso no me importaba, me gustaba tal y como era, tal y como me trataba, la forma que tenía de cuidarme los columpios para que no me los quitaran, la forma que tenía de ayudarme a levantar cuando me caía, para mi todo eso valía mas que un niño guapo. Los dos nos pusimos de acuerdo, debíamos dejarlo pero sin dejar de ser amigos, a mi se me ocurrió que para no olvidar eso debíamos hacer un juramento a lo que él aceptó. Se levantó corriendo y fue a por una hoja de un árbol y un palo, en el dibujó nuestras iniciales como pudo y dijo en voz alta “hasta que de este árbol no caigan todas las hojas, nosotros no dejaremos caer nuestra amistad” mientras el dijo esto yo sonreía, le miraba con ojos ilusionados, no imaginaba que ese juramento sería real, y que lo cumpliríamos hasta ahora. Cada vez que lo recuerdo sonrío, y soy feliz al pensar en aquella niña con pelito rizado que fui y que aun queda algo de esa niña dentro de mi.”

Mientras estaba pensando esto Pablo me había hecho una pregunta, una pregunta muy importante que por estar ensimismada en mis pensamientos no pude escuchar y menos responderle, puesto que cuando le dije que me lo repitiera, de su boca salieron estas palabras; “no importa Lucía déjalo, supongo que para ti eso fue una tontería”.

[ÉL]

La mañana había pasado bastante rápido, no me había dado tiempo a darme cuenta de las 6 horas que había pasado allí y que tendría que pasar el resto del año. Al llegar a casa me esperaba la cocina, estaba muerto del hambre y no tenía nada para comer, en estos momentos echaba de menos el vivir en mi ciudad, y a pesar de mi edad el vivir con mis padres, siempre que llegaba tenía la comida preparada, una comida que no imaginaba que a mis 28 años iba a echar tanto de menos estando a tan solo 120 Km de mi ciudad. Dejando sentimentalismo a parte, cogí lo primero que vi, unos macarrones, que además de ser algo que se me diera bastante bien se hacía rápido y me puse manos a la obra. Mientras se cocían empecé a repasar el día, a pesar de mi metedura de pata del principio, había resultado ser un buen día, un día bastante inusual para mi, no estaba acostumbrado a que una alumna se riera de mi, pero en el fondo me había gustado, sin eso, seguramente el día hubiera carecido de sentido.

[ELLA]

Después del último comentario que me hizo Pablo, no volvió a dirigirme la palabra en toda la mañana, no entendía que le pasaba, incluso le escuché preguntar a Mario si se iba a sentar con alguien, no entendía nada, pero como no había hecho nada, si el quería ya volvería.
Durante la mañana volví a encontrarme con el profesor de griego, nuestro saludo fue simple, una sonrisa, y desde esa sonrisa no dejé de pensar en él el resto de la mañana, bueno del día. Llegué a casa, y lo primero que hice fue llamar a Paloma, era la chica con la que me sentaba en clase, y la chica que poco a poco se había convertido en una gran amiga para mí, no podíamos estar la una sin la otra. 
Me cogió el teléfono al segundo bip, su saludo fue a voces como siempre, me dijo que que tal el primer día, que si había alguien nuevo en clase y que si había pasado algo interesante, lo primero que me pasó por la cabeza fue hablar de él, de Alonso, le conté todo, incluso, le conté algo que ni si quiera yo sabía pero que ella dedujo, me conocía demasiado bien, a pesar del poco tiempo que hacía de nuestra amistad habíamos encontrado la una en la otra un gran apoyo mutuo. La echaba de menos, en clase no era lo mismo sin ella, le conté lo de Pablo y me dijo que mejor pasara de él que era un chico bastante rarito, y que  no merecía la pena que me comiera la cabeza si yo no había hecho nada, y tenia razón, tras decir esto le colgué, el móvil me estaba avisando de una nueva llamada que no conocía el número. 

Cuando lo fui a coger, ese número desconocido se cansó de esperar y colgó, decidí pasar de la llamada, total, si querían algo me volverían a llamar.

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