lunes, 23 de enero de 2012

CAPITULO 12

[ELLA]


-¡NO!-Grité


Me desperté sobresaltada y gritando, había tenido un sueño horrible, miré el reloj, solo eran las dos de la mañana, me levanté despacio, me di cuenta que tenía puesto el pijama, seguramente me lo pondría mi madre al llegar, salí de la habitación y me fui al balcón, necesitaba aire. Fui despacio para no despertar a mis padres, tenia el móvil de la mano, supongo que al despertarme lo cogí, me sentía desorientada. Abrí el balcón y me senté en la silla que teníamos fuera. Me dediqué a mirar las estrellas y a pensar en él, en Alex, todos los días nos preguntábamos si algún día podríamos contar las estrellas ,él me decía,que no podía contarlas, que él tenía la estrella más bonita de todo el firmamento y con su belleza eclipsaba a las demás. Al pensar en eso lloré, lloré como si mi vida dependiera de ello, le echaba de menos, mucho, pero se había dedicado a desgastar la relación con cosas absurdas, con cosas sin sentido y mi ilusión se había ido evaporando con el tiempo. Deseé rozar su piel en ese momento, abrazarle, sentirle mio, pero no podía ser, yo ya había decidido, y seguramente sus abrazos no volverían a ser para mi, no me pertenecían al igual que él. Me pregunté como estaría ahora, si estaba dormido, o si había salido, tenía tantas ganas de él que mis lágrimas no cesaban ni un instante.


Escuché el motor de una moto, eso hizo que apartara mis pensamientos por un instante, era raro una moto por aquí a estar horas, era un barrio tranquilo y peatonal, me quedé mirando en silencio, era un chico, más bien señor, alto, fuerte y con barba, vi que sacaba algo de su mochila que no pude ver bien, se acercó a una pared, y empezó a escribir, había sacado un spray, intenté hacer el menos ruido posible, no sabía de que se podía tratar, bajo la luz tenue de la farola pude empezar a ver las primeras palabras; “SI QUIERES VOLVER…” no conseguía ver más por ahora, esperé sin hacer ningún ruido, no quería molestar, a lo mejor era un romántico de los que ya no quedan dejando una nota en la pared para que su chica lo viera nada más salir de casa. Por un momento barajé la idea de que esa chica pudiera ser yo, y que ese mensaje fuera para mi, pero deseché la idea, no tenía a nadie que pudiera hacer eso por mi, seguí leyendo, ya podía ver más del mensaje;


          “SI QUIERES VOLVER A VER A PABLO, LLAMA AL NÚMERO QUE TE HE DEJADO EN TU BUZÓN”.


No me lo podía creer, vi como ese hombre se acercaba a mi portal, abría la puerta entraba y al segundo salía, eso solo podía ser para mi, quería gritarle, decirle que parara que me lo explicara, pero el miedo dejo muda mi garganta y paralizado mi cuerpo, deseaba que fuera una pesadilla, eran demasiadas cosas en menos de 24h, solo podía ser una broma, Pablo, mi Pablo ¿Qué podría haber hecho?. Bajé rápidamente al buzón, y efectivamente vi ese sobre que llevaba mi nombre. Subí rápido las escaleras, el miedo volvió a apoderarse de mí, me había hecho más pequeña, mas indefensa, deseaba que mi madre estuviera arriba esperándome con los brazos abiertos para darme su calor y calmar mis nervios, pero ni ella estaba allí cuando subí, ni yo tenía 3 años.

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